becario

Nueva red social de chistes. Comparte tus mejores chistes y vota los más divertidos

Llega el Conde a su mansión. El mayordomo, atentamente, le abre la puerta, agacha la cabeza y reverencialmente lo saluda:
— Adelante, hijo de mala madre, ¿de dónde viene el señor Conde, con esa cara de imbécil borracho?
A lo que el Conde, sonriente, le contesta:
— De comprarme un audífono.
— Hoy me he encontrado una cartera en el suelo.
— ¿Llevaba dinero?
— No sé, yo solamente la he ayudado a levantarse.
— Doctor, ¿qué puedo hacer para que este año mi mujer no se quede embarazada en vacaciones?
— Llévesela con usted.
El tipo que va mamado en el coche y lo para la guardia civil:
— Buenas noches
— Pffuenass noodcches
— Me da usted su permiso para conducir.
— Por supuesto,,,, conduzzcaa todos lo quee quierraaaa.
— Su suegra se ha roto la pierna.
— ¿Y no cree que lo mejor en estos casos es sacrificarla, doctor?
— Doctor, tengo un problema.
— Dígame que le sucede.
— Mire usted, cuando toso relincho como un caballo.
— ¿Y desde cuándo le pasa eso?
— Desde potrillo.
Un tipo, trabajando duro, transpirando, sudando para poder comer, ve a otro tirado en una hamaca, descansando de no hacer nada.
El primero no aguanta y le dice:
— ¡Oye! ¿No sabes que la pereza es uno de los Siete Pecados Capitales?
Y el otro, sin moverse, le contesta:
— La envidia también, cretino.
— ¡Alberto, cuánto tiempo! ¿Cómo te ha tratado la vida?
— Muy bien. Terminé medicina y ahora tengo una consulta.
— Si, dime.
— ¿Algún médico en la sala?
— Soy médico forense.
— ¡Mi marido se muere!
— Y en un rato sabremos por qué.
— ¿Has visto que en el banco Municipal están buscando un cajero?
— ¡Pero si la semana pasada empezó a trabajar uno nuevo!
— A ese precisamente están buscando.
— Desde que tu hermana no es psiquiatra ha cambiado un montón.
— Si, no es loquera.
— Me temo que tiene usted el mal de Kramer.
— ¿Y eso es malo, doctor?
— No lo sabemos aún, Sr. Kramer.
— Doctor, el paciente no responde.
— Hay gente muy maleducada, enfermera, no se lo tome como algo personal.
— Me encanta meter la mano en el bolsillo del abrigo y encontrarme dinero.
— Tu sigue así, ya verás lo que tardarán en despedirte del guardarropa.
Una madre e hija acuden a la consulta del médico :
— Señorita, quítese la ropa.
— No, si la enferma es mi madre.
— ¡Ah!, en ese caso, saque la lengua señora.
En un día de un calor bárbaro, el granjero sale del baño y le dice a su mujer:
— Loli, hace mucho calor y tengo que cortar el pasto, ¿qué crees que dirán los vecinos si salgo desnudo?
— Que probablemente me casé contigo por dinero.
En el juzgado.
— A ver, cuénteme su versión de los hechos.
— Verá, estaba yo en la cocina del bar con el cuchillo de cortar jamón. En esto que entra ese hombre , tropieza, cae sobre el cuchillo y se lo clava en el pecho.
— Ya, prosiga.
— Pues así, hasta siete veces.
« ‹ 1 2 3 4 5  ... › »