Se encuentran dos amigos, uno tiene casi todo el cuerpo escayolado.
— ¿Qué te pasó?
— Me atropelló un tanque.
— ¡No me digas!
— Sí, después me aplastó un helicóptero.
— ¿Pero qué dices?
— Sí, después me arrolló un trasatlántico.
— ¡Eso es imposible!
— No, es verdad. Después un camión de bomberos.
— ¡Para ya de decir mentiras!
— Que no, después un caballo me pateó y menos mal que pararon el tiovivo, que si no....