Se está muriendo el padre, y reúne alrededor del lecho a los hijos y amigos para decirles unas últimas palabras:
— A ti, Manuel, te dejo los 20 pisos de la Gran Vía. A ti, Felipe, los 10 de la Castellana. Y a ti, Carlos, los 15 pisos de Princesa.
En eso que uno de los amigos le dice a uno de los hijos:
— No sabía que tu padre era rico.
— ¿Rico? Que va, no era rico, ¡era butanero!