Una esposa le pregunta a su marido:
—Cariño, si yo muriera, ¿te volverías a casar?
— Después de un período considerable de duelo, supongo que sí. Todos necesitamos compañía.
— ¿Y ella viviría en esta casa?
— Hemos gastado mucho dinero en poner esta casa como la queremos. No voy a deshacerme de mi casa. Supongo que sí.
— ¿Y ella dormiría en nuestra cama?
— Bueno, la cama es nueva, va a durar mucho tiempo, así que supongo que sí.
— ¿Y jugarías a golf con ella?
— Me encanta el golf, y es importante compartir las aficiones, así que seguramente sí.
— ¿Y ella usaría mis palos de golf?
— No, ella es zurda.