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— ¡Uf, qué gusto! ¡Uf, qué gusto! ¡Uf, qué gusto! ¡Uf, qué gusto! ¡Uf, qué gusto!...
(Un ciempiés quitándose los zapatos después de una boda).
El Ornitorrinco pone huevos y da leche, es el único animal capaz de hacer sus propias natillas.
25
Un famoso rico, pasea con su hijo por su hacienda ganadera. El hijo le pregunta al padre:
— ¿Papá, todo lo que veo a mi alrededor es ganado?
— ¡No hijo, la mayoría es robado!
Había una vez una vaca y un toro que estaban enamorados, pero ambos estaban en diferentes terrenos separados por una cerca de alambre de púas, hasta que un día el toro se armó de valor y tomando cierta distancia, fue corriendo y saltó hacia el campo en donde se encontraba la vaca. Este al fin se le acercó y le dijo:
— Querida vaquita ¿cómo te llamas?
— Me llamo Rosa Corazón -le respondió- pero me puedes llamar Rosa, ya que mi corazón ahora te pertenece. ¿Y tu como te llamas, querido torito?
— Me llamo Juan Bolas, pero me puedes llamar Juan porque las bolas me las acabo de arrancar con el alambre de púas.
Resulta que un tipo va paseando por un zoológico, de repente el gerente del negocio le para y le dice que le ofrece 5000€ si se pone una piel de gorila y hace como tal en su jaula. El gerente le explica que el que tenían se había muerto, y como se tarda mucho en traer otro necesitamos un recambio.
El tipo dice que él por esa cantidad se viste de lo que sea, de manera que se pone la piel, se mete a la jaula y se sienta, en eso van pasando unos niños y le empiezan a gritar al gorila:
— Ese gorila no sirve, no hace nada ¡sáquenlo!
El gerente se le acerca le dice que haga algo, cualquier cosa que lo van a descubrir, en eso el tipo mira una cuerda, se cuelga de ella y empieza a mecerse y a mecerse, pero en eso se corta la maldita cuerda y el tipo va a dar a la jaula de leones. El tipo aterrorizado al ver tanto león empieza a gritar:
— ¡Auxilio sáquenme de aquí! ¡por favor no soy gorila! ¡no soy gorila!
En eso se le acerca un león y le dice:
— ¡Cállate que nos van a descubrir a todos, imbécil!
— ¡Camarero! ¿Me podría freír un poco más este pollo?. Es que se me está comiendo la ensalada del plato.
Una pulga esta tomando sol en la playa, toda bronceada, debajo de una sombrilla. En eso llega otra pulga muerta de frío. La primera le pregunta:
— ¿Que te ha pasado?
— Resulta que quería venir a la playa a tomar algo de sol durante el fin de semana, de manera que me subí en los bigotes de un motociclista que venia para acá. Pero resulta que el motociclista vino todo el camino a 200 km/h y he pasado un frío terrible.
— Pero tu tienes que hacer como yo. Te escondes en el baño de mujeres y cuando entra una, te subes a su ropa interior y viajas calientita y segura.
Al otro fin de semana vuelven a encontrarse en la playa. La primera bronceadísima, y la segunda nuevamente blanca y muerta de frio.
— ¿Y ahora que te pasó?, ¿no hiciste lo que te dije?
— Si, lo hice. Me escondí en el baño de mujeres, llego una y cuando se bajo la ropa interior, me subí, me acomode ahí muy a gusto y me quede dormida.
— Entonces, ¿qué pasó?
— No lo sé; cuando me desperté estaba otra vez en los bigotes del motociclista y venia muriéndome de frío a 200 km/h.
— No te asustes, pero justo detrás tuya hay una serpiente de esas que te matan en 0,03 segundos.
— Se dice «detrás de ti».
Un gorrión de Bilbao, que va volando raso por la AP-68. Pasa un motorista y va y le pega un viaje al gorrión que le deja tripas arriba; lo deja inconsciente pero no lo mata.
El motorista se da cuenta, para en el arcén, coge al pobre gorrión, lo mete en el cofre de la moto y se lo lleva a casa. Cuando llega lo mete en una jaula, le pone un poco de pan, y un poco de agua.
Pasan las horas y el gorrión abre un ojo, abre el otro, y ve los barrotes, el pan, el agua, se queda pensando y dice:
— ¡No fastidies! ¡a que me cargado al de la moto!
Se celebra un congreso mundial de policías en España. Vienen representantes de muchos países, y para finalizar el congreso, deciden hacer un concurso para ver que cuerpo era el mejor del mundo.
Tras varias pruebas, llegan a la final La CIA, el Mossad y la Guardia Civil.
Para elegir al ganador deciden soltarlos por el monte, y el que regrese con el conejo más grande ganaría la prueba.
La CIA activa todos sus satélites espía, aviones con micrófonos de alta sensibilidad, visores de infrarrojos. Tras 3 horas de búsqueda regresan con un conejo de 6 Kg. ¡menudo ejemplar!
El Mossad no es menos, y utiliza todos sus infiltrados y agentes secretos en el monte, pone micrófonos ocultos en todas las madrigueras, cámaras sensibles al movimiento; y tras 4 horas regresa con un conejo de 9 Kg. El ejemplar más grande nunca visto. Ya parecía insuperable.
Pasan las horas y la pareja de la guardia civil no llega. 3 horas, 4, 5, 6, y cuando ya iban a proclamar al Mossad como ganador, aparece la pareja de la guardia civil andando, con un elefante atado con una cadena. El elefante tiene un ojo morado, cortes en la cara, golpes por todo el cuerpo, un colmillo roto. Al verlo, el juez dice:
— Pero, ¿qué es esto?
Y dice el Elefante:
— ¡Me cago en todo! Un conejo, soy un conejo, pero por favor, ¡no me peguen más!
— He ido al urólogo.
— ¿Y qué te ha dicho?
— Que soy imbécil, los hurones se llevan al veterinario.
— Manolo, ¿qué opinas de las hipotecas?
— Me parece muy bien que los hipopótamos tengan un sitio donde ir a bailar.
— Y aquí arriba es donde experimento con animales.
— Preciosa buhardilla.
— Gracias, no fue nada fácil cruzar un ave con un roedor.
En un concurso de animales había que conseguir poner el huevo más grande.
— ¿Sabes quién ganó?
— Una avispa.
Era un inspector de sanidad que va a una granja de cerdos, y le pregunta al dueño:
— ¿Qué le da usted de comer a sus cerdos?
Y el dueño contesta:
— Las sobras de la comida.
— Pues le pongo una multa de 3.000 euros por tener mal alimentados a sus cerdos.
Al cabo de dos meses el inspector vuelve a venir, y le pregunta al dueño:
— ¿Qué le da usted de comer a sus cerdos?
Y el dueño contesta:
— De primero un plato de paella, de segundo un entrecot a la pimienta, y de postre un flan.
— Pues le pongo una multa de 5.000 euros porque no es justo que haya hambruna en el mundo y sus cerdos estén tan bien alimentados.
El dueño se quedó mosqueado, pero al cabo de tres meses el inspector vuelve a venir, y le pregunta al dueño:
— ¿Qué le da usted de comer a sus cerdos?
Y el dueño responde:
— Nada, les doy tres euros y que se compren lo que les de la gana.
En un bosque había un oso y un conejo que estaban haciendo caca al mismo tiempo.
El oso mira al conejo y le pregunta:
— Conejito ¿no te molesta que te quede caquita pegada en los pelitos?
— No, para nada.
Entonces el oso cogió al conejo y se limpió con él.
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