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— Doctor, soy un hombre adulto, capaz de afrontar mi día a día con madurez.
— Muy bien. Ahora repítalo soltando el osito.
— ¿A Peluchín? ¿Por qué?
Un hombre que tenía por costumbre gastar bromas pesadas a su mujer pasó un día por la casa de unos amigos para que lo acompañasen al aeropuerto, a dejar a su esposa que viajaba a Paris.
Al despedirse, frente a todo el mundo, él le desea buen viaje y le grita:
— Amor, no te olvides de traerme una hermosa francesita.
Ella se embarcó muy molesta. La mujer pasó quince días en Francia. El marido otra vez pidió a sus amigos que lo acompañasen al aeropuerto para recibirla, y al verla llegar, lo primero que hizo fue gritarle a toda voz:
— Amor ¿me trajiste mi francesita?
Y la mujer le contestó:
— Hice lo posible, ahora tenemos que rezar para que nazca niña.
Va un hombre a la consulta del medico, y le diagnostican una enfermedad terminal. El hombre pregunta:
— ¿Cuánto me queda, doctor? Sinceramente.
— Pues como mucho, yo calculo que unos 6 meses.
— ¡6 meses!, pero ¿es tan grave?, ¿no hay nada que pueda hacer?
A lo que el medico le dice:
— ¿Está usted casado?
El hombre extrañado, le responde que no, a lo que el medico le replica:
— Pues cásese.
El hombre, ya extrañadísimo, le pregunta:
— ¿Pero eso en que va a mejorar mi situación?
— En nada, pero los seis meses se le van a hacer eternos.
— Tengo unas agujetas tremendas. No sé si son del gimnasio o del otro día que fui a pescar.
— ¿Del fitness?
— No, truchas hombre.
— ¿Has ido a echar la Primitiva?
— No, un currículum.
— Apuestas fuerte, me gusta.
— ¡Mama mama! El abuelo se ha caído por las escaleras.
— ¿Y le has ayudado?
— No, se ha caído él solo, te lo juro.
Entra uno al bar y dice:
— ¿Me das una caja de Kas?
— ¿De naranja o de limón?
— Me da igual, es para sentarme fuera.
— Papá, ¿qué es la ironía?
— Ironía fue esa vez que le dieron a tu hermano un golpe con una enciclopedia y perdió el conocimiento.
Un famoso rico, pasea con su hijo por su hacienda ganadera. El hijo le pregunta al padre:
— ¿Papá, todo lo que veo a mi alrededor es ganado?
— ¡No hijo, la mayoría es robado!