— Yo soy tan vago, tan vago que el otro día caminaba por la calle, y me encontré una cartera, y por no agacharme seguí andando.
— Eso no es nada, yo el otro día en la calle miro hacia la acera de enfrente y veo a una chica impresionante que me llamaba desnudándose, y por no cruzar la calle seguí por mi acera.
— Pues yo si que soy vago, pero vago, vago. Ayer me fui a ver una peli del Titanic y me pase todo el rato llorando.
— ¡Pero eso no es ser vago!
— Pues si, porque nada más sentarme me pille un huevo con el asiento, y por no levantarme...