Dos hombres están de excursión por el monte cuando ven un enorme oso hambriento dirigiéndose hacia ellos.
A pesar de que están aterrados, rápidamente reaccionan; uno de ellos echa mano al cuchillo, mientras el otro se quita la mochila, se quita las botas, y empieza a ponerse a toda prisa unas zapatillas. El del cuchillo se le queda mirando y le dice :
— ¿No pretenderás correr mas que el oso?
— No, me basta con correr mas que tu.