Un ingeniero agrónomo recién licenciado vuelve a la granja de su padre, y se da una vuelta con el.
— Mira, papa, estas trabajando con unos métodos demasiado anticuados que hacen que tu producción sea demasiado baja. Por ejemplo, ¿a que no puedes conseguir siquiera diez kilos de manzanas de cada uno de esos árboles?
— Claro que no, hijo mío. Eso son naranjos.